- Lava la rúcula y déjela secar.
- Lava los tomatitos y córtalos en cuartos, alíñalos con aceite de oliva, vinagre balsámico, sal y pimienta molida. Corta la mozzarella en lonchas muy finas.
- Disuelve la levadura de cerveza y el azúcar en una taza con agua caliente y la sal en otra taza de agua.
- Espolvorea la harina en la zona de trabajo en la forma clásica “redonda”.
- Verte el agua con la levadura y el agua con la sal en el centro de la harina, añade el aceite y empieza a amasar enérgicamente añadiendo agua y más harina, si es necesario, hasta obtener una masa lisa y elástica; colócala en un cuenco con harina en el fondo y recúbrela con un trapo de cocina.
- Déjala reposar al menos 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su volumen.
- Divide la masa en 4 y extiende cada porción en forma de disco con el grosor que variará según el gusto.
- Extiende el queso de forma uniforme en la base de la pizza y hornea a 250° durante 10 minutos.
- Saca la pizza del horno y complétala colocando los tomatitos marinados.
- Hornea de nuevo durante 5 minutos y añade la rúcula en el momento de servir.
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