- Poner en un táper grande o bol el agua tibia y añadir la levadura seca o fresca. Luego echar el aceite y la sal. Dar unas vueltas con una cuchara para mezclar todo.
- Echar la harina y mezclar un poco con una cuchara. Seguir con las manos hasta obtener una masa homogénea y un pelín pegajosa. Cerrar el táper y dejar reposar 1 hora.
- Abrir el táper y plegar los 4 lados de la masa desde el exterior hacia el centro. Cerrar de nuevo y dejar reposar 30 minutos.
- Volver a plegar la masa de la misma forma. Cerrar y dejar fermentar 1 hora más.
- Cubrir una bandeja de horno con un trozo de papel vegetal. Untar un poco de aceite y volcar ahí la masa. Esto ayuda a que no se pegue y a que quede crujiente la base de la focaccia.
- Estirar la masa hundiendo los dedos untados en aceite y procurar no deshincharla demasiado. Introducir si quieres unas hojas de romero y unos trozos de aceituna negra.
- Cubrir la focaccia con un trapo y dejar reposar 30 minutos.
- Mientras, precalentar el horno 15 minutos a 250°C con calor arriba y abajo.
- Meter la foccacia al horno en la posición más baja a 230°C durante 20-25 minutos, hasta que la corteza esté dorada y crujiente.
- Sacar del horno la focaccia y añadir la Burrata Galbani en el centro, los trozos de tomate, la rúcula, las hojas de albahaca, el jamón ibérico y por último aderezar la burrata con aceite de oliva virgen extra y salpimentar al gusto.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles. Más información sobre política de privacidad.