- Romper los huevos y separar las claras de las yemas en dos ensaladeras diferentes.
- Batir las yemas y el azúcar hasta que la mezcla blanquee.
- Añadir la crema (o mermelada) de castañas, el Mascarpone Galbani y el ron añejo. Batir hasta obtener una crema sin grumos y homogénea.
- Montar las claras y una pizca de sal (o unas gotas de limón) a un punto de nieve consistente.
- Añadir 1/3 de las claras a la crema de mascarpone para que se aireen sin “romperse”, mezclar de abajo a arriba con una espátula de goma.
- Añadir los otros 2/3 de las claras mezclando aún más delicadamente hasta obtener una crema espumosa.
- Un truco: meter la crema en una jarra con un piquito para servir para echarlo en las copas o en el molde.
- Cortar las castañas del marrón glacé en daditos de tamaños similares para ponerlos en el fondo de los recipientes (en mi caso en tacitas de 16 cl).
- Echar el café en un bol grande y añadir el extracto de café y mezclar bien (para conseguir un café de sabor fuerte pero sin el gusto amargo).
- Cortar las puntas de los bizcochos de soletilla, según el tamaño de los recipientes (copas, vasos, tazas, etc.).
- Mojar ligeramente los bizcochos en el café quitando los excesos de café antes de ponerlos en las copas.
- Poner una capa de unos 2 cm de crema sobre los bizcochos.
- Poner otra capa de bizcochos y un poco de crema.
- Para la decoración he puesto chocolate para fundir rallado con un rallador de queso espolvoreándolo directamente sobre las copas.
- También puedes utilizar cacao en polvo sin azúcar que puedes espolvorear sobre las copas con algún filtro.
- Meter en la nevera durante al menos 6 horas. Servir bien frio.
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