Separar las claras de las yemas. Mezclar el café con el Amaretto. Batir enérgicamente las yemas con el azúcar en grano hasta que la mezcla quede blanquecina. Añadir el mascarpone y seguir batiendo con la batidora hasta conseguir una mezcla homogénea. Incorpore delicadamente las claras de huevo a punto de nieve.
Forrar el molde de forma alargada con papel de cocina transparente sin que queden pliegues. Verter la mitad de la preparación en el molde, y seguidamente colocar en el centro un bizcocho previamente bañado en café; repetir la misma operación a lo largo del pastel. Echar el resto de la preparación hasta llenar por completo el molde. Dejar en el congelador durante al menos 3 horas, y colocar encima del pastel el resto de los bizcochos bañados en café.
Para terminar, meterlo en la nevera durante al menos 12 horas para que el pastel quede bien frío y sólido. Espolvorear con cacao amargo justo antes de servir.